sábado, 29 de junio de 2013

Psicoanálisis y posmodernidad



Psicoanálisis y posmodernidad

Psicólogo clínico Alfredo Terrazas Lara
Resumen—En el presente trabajo se realizá un análisis y conclusiones del sujeto actual y de la clínica, la actualidad del psicoanálisis, y las propuestas que el psicoanálisis ofrece para el tratamiento del nuevo sujeto producto de la posmodernidad. Se intenta definir el nuevo sujeto producto de la actualidad y que en ocasiones puede no ser identificado por su razonamiento lógico, se cuestiona la actualidad del psicoanálisis para el tratamiento de este nuevo sujeto, y por último se exploran varias posibilidades para trabajar con este nuevo sujeto.
Abstract—In this work an analysis and conclusions of the present subject and of the clinic, currently of psychoanalysis, and the proposals that the psychoanalysis provides for the treatment of the new subject product of post-modernity. We trya to define the new subject product now, and who sometimes may not be indentified by its logical reasoning, is called into question the relevance of psychoanalysis to the treatment of this new subject, and finally explore several possibilities to work with this new subject.
Descriptores—Piscoanálisis, posomodernidad, transferencia, práctica clínica.



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1   Introducción


E
l tema que se va a bordar trata sobre la práctica clínica y para ellos vamos a hablar desde 3 puntos: “El sujeto actual y de la clínica”, “La actualidad del psicoanálisis” y “Las propuestas del psicoanálisis”.
“El sujeto actual y de la clínica.
Antes de hablar de una propuesta clínica, me parece más pertinente hablar del suejto actual ya que desde aquí parte una propuesta clínica.
Y para entrar en materia, hay que abrir los ojos y mirar, también es necesario escuchar lo que estamos viviendo: los fenomenos actuales.
Nos encontramos con una tecnificación impresionante, como nunca antes vista, la posibilidad de tener en nuestras casas lo que ningún emperador romano soñó tener, comunicaciones en fracciones de segundo, servicios médicos, televisión por vía satelital de cualquier parte del planeta, internet con acceso a casi cualquier tipo de información, tod esto no permiten un estilo de vida actual, la individualización colectiva, la que permite un sistema autorreferencial o arreferencial que excluye al otro e inclusive a Dios. (Dufour, 2002).
México se ha convertido en caldo de cultivo de un grupo de sujetos que se autodenominan “La Mara Salvatrucha”, una nueva forma gregaria para todos aquellos que no encuentran respuestas, trabajo y educación, en la sociedad, en la que cometen actos contra la sociedad, para los cuales no hay futuro y su certeza del presente se sostiene con tres realidades trágicas marcadas en el cuerpo con tres puntos: el hospital, la cárcel y la tumba. Cuerpos marcados por la violencia y el tatuaje de tres seises.
Asistimos en los últimos años a una nueva forma de hacer la guerra: “el terrorismo”, que con el pretexto de buscar paz haciendo la guerra, encuentra su blanco perfecto en los civiles, rostros de mujeres, niños, ancianos y jóvenes masacrados, exterminados con el uso de tecnología más avanzada y de un dogmatismo religioso.
Con los Beatles se vivió una forma de hacer el amor sin prostitución, una forma de consumir drogas sin narcotráfico. Hoy la prostitución, y las drogas alcanza a los niños y adultos por igual, con un acceso público y fácil.
Surgen nuevas formas de acceder al otro sin su presencia, la televisión, la radio, los celulares, los medios escritos y el internet, nos permiten formas de convivencia en los cuales puedo votar por el artista favorito, participar en sorteos, acceder a los horóscopos y el destino por medio de las cartas, recibir consejos de cómo relacionarme con la pareja, me cuentan chistes, me dicen el clima y el estado de cuenta de mi tarjeta de crédito, y si esto no fuera poco , hasta me dan terapia.
El nuevo sujeto requiere de marcar su cuerpo, con tatuajes a la vista de todos, busando un lector que descifre su escritura, lo no dicho.
Al sujeto de hoy ya no le son suficientes los agujeros del cuerpo, hay que hacele más y no sólo eso, hay que atravesarlos con pequeños pedazos de metal.
Este sujeto se encuentra amenazado por un espejo que no le muestra un ideal comercial, que tiene hambre de comer “nada”, que se sostiene en el imperio de los símbolos y al comer “nada”, nada como pez en el agua del lento suicidio.
Se convierte en un apático de la política de sus formas y manifestaciones, buscando el goce en la metamorfosis de sí mismo: “cuerpos con pechs y pene gracias a una cirugía, cuerpo con vagina y sin pechos gracias a la anorexia”
Freud nos proponía un sujeto neurótico y psicótico por una figura del padre imponente, que mostraba el rostro de la ley, hoy ese padre se ha debilitado, y el neurótico ya no sufre por la cercanía de ese padre, ahora sufre por su lejanía, el psicótico ya no ofrece delirios en torno al padre o en torno a Dios como el caso del jurista protestante alemán. (Schreber, 2003).
Todos estos fenómenos sociales están a golpe de vista.
Una mujer estadounidense de treinta años que una tarde se encuentra deprimida, tras recurrir a una botella de whisky, bebe más de lo debido, al grado que se termina la botella; esta mujer estaba embarazada. Al día siguiente la dama aborta, está furiosa de perder a su bebé, llama a su abogado, a quien le pide que inicie una demanda contra el fabricante de whisky, por que a su consideración omitieron indicar en la botella que el consumo de alcohol no es aconsejable en lo absoluto para mujeres embarazadas. El litigio se lleva a cabo y la demandante consigue finalemente una suma colosal por homicidio involuntario. (Dufour, 2002, pág. 155).
Otro caso: un señor también norteamericano que tiene un perro al que adora, un día, después de una salida al campo el pequeño Droopy regresa cuberto de lodo. El propietario del perro lo llava y como el animal empieza a temblar de un modo que le parte el alma, obedece sólo a la voz de su corazón y mete a Droopy a secar dos minutos…..en el microondas. Ya se imaginaran lo que sigue, tan pronto como está en la máquina, el animal sufre una implosión; el espectáculo es terrible y el hombre queda aterrado: él no sabía, la cólera lo domina, descuelga el teléfono, interpone una demanda con el fabricante de hornos, que no había indicado en el instructivo que el aparato no era adecuado para secar perros y gana la demanda y recibe una cantidad de dinero por la pérdida de su fiel amigo. (Dufour, 2002, págs. 155,156).
Último caso, sucecido en México: hace algunos años, José Luis Nieto Ávila, un mecánico de 56 años que vivía cerca de un kinder, cansado de acudir a diferentes autoridades, un día pasa al acto. Su lugar de trabajo, ubicado al final de un callejón. El único acceso al callejon se ve cotidianamente invadido por niños del kinder que no cuentan en su escuela con un lugar para jugar y rendir honores la bandera. Un día los pequeños y sus maestras se encuentran rindiendo honores en la calle, José Luis Nieto no puede esperar y ante el coraje, arrolla a los pequeños pupilos y sus maestras. Ofrecido por las autoridades a los medios de comunicación el sujeto dice: “yo los atropellé, porque ya me acabó, haga de cuenta, ya me desesperé”. (Salinas Cesareo, 2002). (Youtube, 2011).
Estos casos nos muestran, lo que Dany-Robert Dufour llama una psicosis fría, sujetos marcados por la ausencia en su discurso del delirio. Sujetos sostenidos en una nueva forma referencial, jusificados por un “yo no sabía” o aunque lo sabía “lo hice”. Sujetos a los que la referencia del otros no es suficiente. (Dufour, 2002, pág. 150).
Freud tiene la visión de tomar por su lado más frágil el quiebre del “cogito ergo sum”, en el que se funda la cultura occidental.
Es el empeño más grande de Freud dar cuenta a través de su obra, de aquel que yerra, que tiene lapsus, sueños, olvidos; el loco, y hacernos ver que el síntoma es lo más preciado para este sujeto, y hacer su lectura, en una palabra: inconsciente.
Lacan tien la habilidad para introducirlo en su clase del 16 de noviembre de 1976, casí al inicio, como el “l’une-bévue” y que comúnmente conocemos como la metida de pata. (Lacan, 2003).
Este sujeto del psicoanálisis, es el sujeto del inconsciente y es diametralmente opuesto al sujeto cartesiano que se despliega sobre la base fundamental de la razón.
Este sujeto del inconsciente tiene una forma de acceso, a través de la transferencia, del discurso, de la interpretación, de la escucha, de la puntuación y de la escansión, es decir a través del trabajo clínico.
La música actual, la música de vanguardia, nos muestra una expresión del hombre de hoy, una música melancólica, fría, ha dejado la alegría y la potencia que nos mostraba unas décadas atrás. Este predominio de lo meláncolico podría estar mostrándonos una cara de la locura: la depresión, tal como la nombra la psiquiatría.
El arte reflejado en la pintura de Salvador Dalí y de Rene Magritte nos ofrece un nuevo concepto que para la Cidad de México se convierte en una expresión cotidiana: Lo imposible sucede.
Nos econtramos con un nuevo tipo de familia, hijos educados por familiares o instituciones, padres que dejan a los hijos para buscar un sustento, familia en las que la mujer toma el lugar del padre, educa y trabaja. ¿Cuál será la factura a pagar? Niños educados fuera del cobijo familiar, esto lo veremos en su máxima expresión en los próximos años.
Trazo número dos: Actualidad del psicoanálisis.
Quizá en este preciso momento algún lector estará pensando y cunestionándose: ¿Pero que no el psicoanálisis ya esta pasado de moda, ya nadie quiere saber sobre esa cosa llamada incosnciente?, ¿Qué acaso no podríamos dejar al viejo Freud descansar de una vez por todas?, ¿Cuál es la actualidad del psicoanálisi, si es que acaso la tiene?
Pues bien estas preguntas yo mismo llegue a plantearme en su momento, y que accidentalmente me mostraron una respuesta en otra lectura.
Recuerdo, cuando transitaba por la universidad en la facultad de psicología, un compañero, muy frecuentemente recitaba una frase que no olvido. Nos decía “el psicoanálisis es como un grillo, nunca deja de hacer ruido”, el brillo que ofrecía esta frase para mi en aquellos tiempos fue a título personal, pues desde que el psicoanálisis me mordio, siempre ha estado cuestionándome las más diversas cosas en mi vida personal, en mi trabajo clínico y en mi labor como psicopedagogo.
Hace algunos años, ante la invitación de un colega, asistí en el centro histórico de la ciudad de México a la presentación de un libro y para variar de psicoanálisis, el autor Daniel Gerber del cual poco o casi nada había escuchado, pero me llamo la atención por el título de su nuevo texto: “El psicoanálisis en el malestar en la cultura” no logré entener ni una pizca de lo que se trataba. (Gerber, 2005).
En la mesa principal de un amplio salón, con paredes pintadas de un blanco ostión, se encontraban tres figuras además de Daniel: el filósofo Alberto Constante, el psicoanalísta Helí Morales y el sociólogo Alejandro Payan. Cual fue mi sorpresa encontrar a estos representantes de dos disciplinas distintas al psicoanálisis, haciendo un despliegue interesante: el diálogo. Pero no terminó aquí el asunto hubo algo más, Helí Morales comento casi al inicio de su presentación lo siguiente: “El psicoanálisis es malestar en la cultura o no es”, y de pronto se reveló nuevamente una verdad que se repetía en la graciosa frase que mi compañero de clases recitaba: “El psicoanálisis es como el latoso del grillo, no deja de chingar”.
El psicoanálisis apunta y digo apunta en sus dos lecturas, la primera: señala lugares a los cuales no siempre queremos saber y ver; su otro sentido, es que siempre tendrá una relación muy estrecha con la escritura.
Una propuesta freudiana que por su importancia, sigue ofreciéndonos respuestas y no sólo al interior del psiconanálisi: el padre, y si me permiten voy a citar un libro que me parece pertinente en relación al padre:
“Es interesante observar que la palabra “patrimonio” tiene su origen en el griego y alude al padre y al verbo moneo”, que se traduce como “hacer saber”, “hacer recordar”. Entonces, el patrimonio es literalmente “lo que recuerda al Padre” a diferencia de matrimonio, que será “lo que recuerda a la madre”. Debe entenderse que el patrimonio cultural existe en la medida en que lo cultural constituye el patrimonio más representativo de cada pueblo. En sí mismo, el patrimonio tiene capacidad para impulsar un sentimiento de afirmación y pertenencia, puede afianzar o estimular la conciencia de identidad que permite resguardar acciones culturales propicias a la integración. (Baez, 2004).
La actualidad de la clínica del psicoanálisis se nos ofrece sobre la advertencia de la transferencia, que a mi gusto es un arma de dos filos, y entendamos filos, en su origen, es decir amor, la transferencia se encuentra en el orden del amor y el desamor, mejor conocida como transferencia y la contratransferencia y lo que también es importante señalar que este amor se desenvuleve en ambos lados de la clínica, es decir tanto paciente como el que lo escucha.
Trazo número tres: Propuestas del psicoanálisis.
Una apuesta lacaniana sobre un indicio del trabajo clínico nos lo ofrece en su clase del 12 de abril de 1967 y cito de forma textual: “el inconsciente estructurado como un lenguaje”, podríamos entonces a título personal hacer un anclaje con el subtítulo de un texto de Michel Arrivé en el que podemo leer: “Saber escuchar y poder hablar es la única posibilidad de cura. Todo lo demás es inútil y dañino” (Arrivé, 2001).  Y si esto no fuera suficiente del todo, podría citar en éste momento la famosa frase de la señorita Anna O., paciente de Freud en el año de 1881 “the talking cure” o mejor conocida en castellano como: “La cura por la palabra”.
Otra apuesta desde lo freudiano es la repetición, pero no olvidemos que la nueva repetición contiene o algo nuevo o algo no dicho, como en el caso del cine y me refiero en especial al cine en relación a la segunda guerra mundial, en el que de forma cíclica vemos que sigue el interés en mostrarnos algo que no se termina por decir y comparable a una frase expuesta en la película norteamericana: “sólo los muertos pueden dar cuenta de que la guerra concluyó”.
En el año de 1995 se publica en francia y en el 98 se publica en México el texto “Erótica del duelo en el tiempo de la muerte seca” de Jean Allouch, que nos ofrece ante esto que desde la psiquiatría se llama depresión, permitir que en algunos casos alguien pueda poner en otra palabra esta tristeza com oun duelo. O bien del mismo autor su texto Letra por letra nos ofrece una apuesta muy interesante en relación a la cura, “la cura como pasar a otra cosa” o colocarse en otro lugar podría ofrecer en el trabajo clínico una posibilidad más.
Así pues desde esta visión y estas propuestas el psicoanálisis se muestra como una de las propuestas más humanistas, ¿Pues no es acaso el amor, el sufrimiento, el duelo, el dolor, la muerte, el suicidio, la guera, las adicciones, el padre, la madre, el lapsus, los olvidos, los sueños y la locura misma, lo más humano del hombre?.
Para concluir este último trazo, el psicoanálisis hace suya la propuesta del Elogio de la estulticia y la forma tan grosera de Alonso Quijana de mostrarnos que la locura sigue habitándonos y no existen los no-locos. (Rótterdam, 1998). (Cervantes, 2005).
Hoy sigue quedando claro que la importancia del análisis y la revisión de casos, para quien la práctica clínica, como recurso indispensable, en que nos encontramos con tan variadas prácticas y de las que el psicoanálisis no pues más que ofrecer otra propuesta más.

Conclusión

En un artículo que se encuentra incorporado en sus Escritos 1, que se titula “Función y campo de la palabra en psicoanálisis…Lacan nos dice:
“Pero a la vez puede también captarse en él que la dialéctica no es individual y que la cuestión de la terminación del anillo es la del momento en que se encuentra cómo realizarse en la satisfacción de cada uno, es decir, de todos aquellos con lo que se asocia en la realización de una obra humana. Entre todas las que se proponen en el siglo, la obra del psicoanalista es tal vez la más alta por que opera en él como mediadora entre el hombre de la preocupación y el sujeto del saber absoluto. Por eso también exige una larga ascesis subjetiva, y que nunca sea interrumpida, pues al fina del análisis mismo no es separable de la entrada del sujeto en su práctica.
Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época. Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico? Que conozca bien la espira a la que su época lo arrastra en la obra continuada de Babel, y que sepa su función de intérprete en la discordia de los lenguajes. Para las tinieblas del mundus alrededor de los cuales se enrolla en la torre inmensa, que deje la visión mística el cuidado de ver elevarse sobre un bosque eterno la serpiente podrida de la vida. (Lacan, 2003)
Y para concluir: tenemos también cada psicólogo la apuesta de hacer lo imposible y ¿ustedes apuestan?

Agradecimientos
Mi más sincero agradecimiento a mi esposa Paty por el apoyo brindado y la escucha activa para entender los argumentos aquí vertidos y a mis maestros de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Psicología.
References

Bibliografía

Arrivé, M. (2001). Lingüística y psicoanálisis. Puebla: Siglo XXI.
Baez, F. (2004). Historia Universal de la destrucción de los libros, de las tablillas sumerias a la guerra de Irak. México: Mondadori.
Cervantes, M. d. (2005). DonQuijote de la Mancha, Edición del IV Centenario. México: Alfaguara.
Dufour, D.-R. (2002). Locura y democracia, ensayo sobre la forma unaria. México, D.F.: Fondo de cultura económica.
Gerber, D. (2005). El psicoanálisis en el malestar de la cultura. Buenos Aires: Lazos.
Lacan, J. (2003). Escritos 1. México: Siglo XXI Editores.
Rótterdam, E. d. (1998). Elogio de la locura. Colombia: Panamericana.
Salinas Cesareo, J. (2002, mayo 7). La Jornada. Retrieved septiembre 12, 2012, from http://www.jornada.unam.mx/2002/05/07/044n2est.php?origen=index.html
Schreber, D. P. (2003). Memorias de un enfermo de nervios. México: Sexto Piso.
Youtube. (2011, marzo 11). Retrieved Septiembre 12, 2012, from http://www.youtube.com/watch?v=DQffod0faPQ

Semblanza del autor

Terrazas-Lara Alfredo. Realizó sus estudios en psicología clínica en la Facultad de Psicología en la Universidad Autónoma de Querétaro, ha laborado desde el 2005 para la Universidad del SABES, realizando trabajo clínico y pedagógico, coordinador de tutorías y maestro de materias de formación humana, conferencista y tallersitas de diversas temáticas.


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