Un recorrido en la historia del movimiento psicoanalítico

Un recorrido en la historia del movimiento psicoanalítico

Me parece constructivo el hecho de que Ustedes aquí presentes estén de alguna forma interesados en saber sobre el movimiento psicoanalítico ya que el psicoanálisis no es exclusivo de los psicoanalistas y en este sentido el diálogo con otras disciplinas o por lo menos el conocimiento es sumamente enriquecedor para ambas partes.

Por otro lado me viene a la memoria una frase que nos repetía un maestro de la facultad y que curiosamente no concordaba con las ideas del psicoanálisis, pero se mostraba siempre respetuoso ante cualquier forma de pensamiento y siempre que surgía alguna crítica al psicoanálisis solía decirnos: “si quieren criticar al psicoanálisis antes hay que leer sobre el psicoanálisis”.

Intentar hacer un recorrido histórico del movimiento psicoanalítico, es para nada una tarea fácil, debido en gran parte a los numerosos escritos que se han hecho alrededor del psicoanálisis y además las diferentes visiones que sobre él se generaron.

Pero a pesar de lo anterior me gustaría hacer un pequeño recorrido histórico que antecede al movimiento psicoanalítico, al propio movimiento y en ello poder hacer un análisis de sus circunstancias, orígenes, técnicas y lo que pueda surgir en éste recorrido.

Antecedentes la psicoterapia primitiva

De entrada me parece justo situarlos en lo que antecedió a lo que hoy podemos llamar psicoanálisis y en general a cualquier tipo de psicoterapia actual, y me refiero a lo que fue y sigue siendo para algunas culturas la psicoterapia primitiva. Del por que éste recorrido tan inusual y ancestral, bueno me parece que Ustedes podrán hacer sus propios juicios en cuanto a similitudes o coincidencias en sus postulados, no sólo del psicoanálisis, sino de cualquier psicoterapia actual con las más primitivas.

Una de las teorías de la enfermedad, la llamada pérdida del alma, descansa en la idea de que el hombre lleva dentro de sí una especie de duplicado, un alma fantasma, cuya presencia en el cuerpo es un requisito para la vida normal y esta alma puede abandonar al sujeto temporalmente, especialmente durante el sueño y vagar. Pero esta alma viajera corre sus riegos, puede accidentarse, extraviarse, ser capturada o retenida por espíritus malignos o bien abandonar el cuerpo en estado de vigilia, especialmente después de un susto. Puede ser sustraída también de forma violenta por fantasmas, demonios o hechiceros.

Independientemente de la forma en que el alma abandona al cuerpo, por el solo hecho de abandonarlo, sucede la enfermedad. Aquí el llamado curador, buscará y recuperará el alma perdida, no sin antes haber luchado contra estos espíritus o puede en el mejor de los casos pactar con ellos.

En la siguiente teoría de la enfermedad supone que un objeto enfermedad ha sido introducido al cuerpo de un sujeto por un brujo, dicho objeto puede ser un trozo de hueso, una astilla de madera o un animalito, pero no es el objeto en sí el que produce la enfermedad sino por una esencia dañina contenida en el objeto enfermedad. El hombre medicina abre su boca para extraer el objeto enfermedad, otro método puede ser el masaje. Es obvio que el objeto-enfermedad aparentemente extraído por el hombre medicina es un truco, pero por lo menos es un truco bien aprendido. (4 años de aprendizaje que incluyen técnicas de palpación, memorización de cantos, simulación de desmayos, temblores, convulsiones, vómitos de sangre, sangrado de encías y mordedura de lengua, también aprenden a utilizar visionarios, es decir espías que de forma oculta obtienen información de los pacientes acerca de sus enfermedades e informan en secreto a los brujos)

En este proceso de curación influyen algunos factores además de la extracción del objeto enfermedad, como lo son la ceremonia con sus ritos, la fe del curandero en sus propias habilidades, la fe del paciente en las habilidades del curandero y dependiendo del éxito del curandero extenderán la fe en el público presente, la enfermedad, el método curativo y el curandero deben ser reconocidos por el grupo social.

La posesión es debida a  que espíritus malignos han penetrado en el cuerpo del paciente y han tomado posesión de él. Los métodos de curación pueden ser de tres tipos, el primero es expulsar el espíritu por medios mecánicos, haciendo sangrar, golpeando o azotando al paciente, o provocando ruidos y olores. En el segundo el espíritu maligno es transferido al cuerpo de otro ser tal como un perro vagabundo, y en el tercer método, llamado exorcismo, se expulsa el espíritu por medio de conjuros, o cualquier otro medio psíquico.(muy utilizado por las primeras iglesias y aún hoy)

En los pueblos antiguos el incumplimiento de un tabú podía traer como consecuencia la enfermedad o incluso la muerte, no todos estos pueblos primitivos gozaban de cura, y la cura consistía en confesar sus pecados, con la consiguiente recuperación lenta. Para los antiguos el incumplimiento del tabú puede ser semejante a lo que hoy sería para los creyentes el pecado y en la psiquiatría podría llamarse sentimiento de culpa.

Algunas consideraciones sobre la psicoterapia primitiva

Es de resaltar el ceremonial realizado en casi todas las psicoterapias primitivas; en algunos casos parece ser no un simple elemento secundario de procedimiento curativo, más bien el agente curativo principal.

También es posible que en estas ceremonias los pacientes cayeran en estados hipnóticos o semihipnóticos dadas las condiciones en que se realizaba el ceremonial. No se sabe a ciencia cierta si el curador fuese capaz de hacer un uso intencional de la hipnosis. Otro punto importante es el uso por parte de los hombre medicina de la sugestión, como el medio para obtener su curación, así mismo la fe que el propio curandero tenía hacia sus métodos y el reconocimiento por parte del paciente y de la comunidad.

Este mismo curandero primitivo tenía dentro de su comunidad una representación mayor que la del médico actual, en ocasiones era temido, conocía sobre los orígenes del mundo y la historia de la tribu.

El paciente muchas veces colocaba sus esperanzas de curación en la persona del curandero que en sus métodos o medicinas en sí.

El curandero era un hombre con muchos conocimientos y experiencia, que adquiría su experiencia después de una enseñanza larga y difícil.
Alfredo Terrazas Lara