jueves, 1 de agosto de 2013

Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer

 

Conferencia presentada en el Auditorio Margarito Ledesma, en Comonfort, Gto. El día 30 de nov. de 2006.

Quiero empezar este trabajo con la siguiente frase: Woman is the Níger of the World, la mujer es el negro del mundo, tomada de una canción de Johnn Lennon. En ésta frase el cantante inglés denuncia la forma en que la mujer es tratada, como una esclava al servicio del más fuerte o en el peor de los casos como un objeto.

Desde 1981 los militantes a favor del derecho de la mujer observan el 25 de noviembre como el día contra la violencia. La fecha elegida no puede ser sino en conmemoración del brutal asesinato de las tres hermanas Mirabal, llamadas las “mariposas inolvidables”, hecho sucedido en la República Dominicana en la década de los sesentas.

La razón de por que acudir al llamado de esta conferencia descansa principalmente en ser originario de la CD de Chihuahua, y su frontera CD Juárez se convierte en ejemplo de cómo la mujer puede ser blanco perfecto de la violencia y la impunidad con la que día con día se comenten asesinatos dirigidos principalmente hacia ellas: Las mujeres. Y para no ir tan lejos, aquí en Comonfort los casos de violencia que día con día llegan a mi consultorio.

Pero para hablar el mismo idioma vamos a distinguir algunos tipos de violencia en contra de la mujer que se cometen desde el mismo seno materno hasta la vejez.

Una de las primeras formas de violencia se ejercen en contra de los no nacidos, es decir cuando la mujer embarazada se da cuenta de que en su vientre se esta gestando una niña, puede ser motivo para que la presión del padre e incluso de la misma madre se ejerza un aborto selectivo. Un aborto selectivo es aquel donde sabiendo que el bebe es una niña, el padre o la madre por presión del esposo o la familia accede a no tener esa niña ya que por ser mujer no servirá como fuerza de trabajo, no podrá continuar un apellido o sólo servirá para casarse, lo que implica un gasto. De igual manera sucede con la niña recién nacida la cual se convertirá en una calamidad y será el lugar donde se descargarán los golpes, el hambre y el odio por el solo hecho de ser mujer. Lo anterior se convierte en una de las formas más detestables de violencia y de odio contra alguien que ni siquiera se encuentra en condiciones no digamos de defenderse sino de por lo menos entender el hecho.

En la infancia y en la niñez la violencia en contra de la mujer toma otros matices, pues nos encontramos con el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina, el abuso físico, sexual y psicológico, el incesto, la prostitución infantil y la pornografía.

La adolescencia no esta ajena de la violencia, se podría decir que es el momento en el que se gestan las más diversas formas de violencia, que pueden comenzar en el noviazgo y para muestra tenemos: sexo forzado por razones económicas.
Tenemos también adolescentes estudiantes que son obligadas a tener relaciones con maestros a cambio de favores, el incesto, el abuso sexual en el trabajo, violaciones, acoso sexual, prostitución y pornografía forzada, la trata de mujeres, violencia conyugal, abuso y homicidio, abuso psicológico, abuso de mujeres discapacitadas, embarazos forzados, etc.

La etapa de la vejez no escapa a la violencia: suicidios forzados u homicidios de viudas por razones económicas, del cual tenemos el caso reciente y muy sonado de la mata viejitas en la cd de México, el abuso físico, sexual y psicológico.

Lo que más debe preocuparnos es desde donde viene ésta violencia y sus razones para no denunciarla y prevenir que sucedan. Muchas veces la violencia hacia la mujer se convierte en un secreto familiar, el incesto en el que un hermano abusa de su hermana, o de un padre que abusa de su propia hija y que por cuestiones sociales son obligadas a callar y a soportar el abuso por años.
También la escuela y el trabajo se convierten en lugares comunes para ejercer esa sutil violencia, en la que por medio del abuso de su autoridad un maestro condiciona una calificación, o un jefe presiona a su empleada para que acosta de un ascenso o de que permanezca en su trabajo acceda a favores sexuales.

Son situaciones tan comunes que ya ni siquiera nos molestamos en verlas o tomarlas como graves. Pareciera que este tipo de situaciones sólo pasan en la televisión o si le pasan a la vecina, a mi no me importan y no hacemos nada por evitar o prevenir estos hechos.

No es necesario ver moretones o golpes para saber que la violencia existe. Hoy sabemos que los golpes son sólo una de sus formas, la palabra, las amenazas, la prohibición de la libertad, la prohibición de ver a los familiares, la prohibición de ver o saludar amigos o amigas son manifestaciones tan comunes de la violencia que se ejerce día con día en contra de la mujer.

Aunque no es el único grupo marginado que sufre de violencia, si es de los que más lo sufre y con las peores consecuencias. Este grupo no denuncia por las más diversas razones, desde su propia condición, por que soy mujer y nadie me va a creer o a escuchar, desde lo social, que van a pensar de mí, que yo lo provoque, que yo lo permití y pasando por las propias leyes.

Otra causa grave que motiva este silencio es el miedo. El miedo a ser más lastimada, a ser señalada, a no ser escuchada, a ser manipulada; un miedo profundo que pesa y que aún hoy sigue siendo un lastre.

La violencia en contra de la mujer nos involucra a todos, el poder hablar de ello, poder denunciarlo, como el día de hoy es un buen comienzo. Y repito no se trata solamente un asunto de mujeres, nuestro papel como prójimo es necesario para denunciar, concientizar, escuchar y atender a ésta problemática

Desde quien ejerce la violencia, quien la mira, quien la escucha, quien la sabe y quien la recibe se encuentran involucrados en una de las peores problemáticas de nuestro siglo.

Que el 25 de noviembre se convierta en un motivo de reflexión y preguntarnos desde el lugar de hermano, padre, maestro, servidor público, sacerdote: Qué puedo hacer yo para evitar la violencia en contra de las mujeres, de nuestras mujeres.

Quiero terminar mi participación el día de hoy con una excelente reflexión del pastor alemán Martín Niemoller:

“Primero vinieron a buscar a los comunistas
y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los sindicalistas
Y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos
Y yo no dije nada por que yo era protestante
Luego vinieron por mí pero, para entonces,
Ya no quedaba nadie que dijera nada


Y ojalá que cuando queramos denunciar aún se pueda hacer algo por nosotros.

martes, 2 de julio de 2013

Feliz día del padre

Feliz día del Padre


¿Cómo hablar de la paternidad, cuándo no se ha sido padre? Me podrán decir, y no sin justa razón. Pero aún así, puedo hablar desde un ángulo del que es posible no todos puedan hablar, desde la subjetividad de ser hijo. Si, pues no siendo padre aún, a mis treinta años puedo decir lo que es un padre. Padre es el que está ahí, y no solamente en presencia física, de la mano con la figura de autoridad, aunque no siempre. Desde mi manera de ver difícilmente a como lo muestran los medios de comunicación por lo menos en los primeros años de vida, amigo no es, se es Padre. Figura emblemática y simbólica por excelencia, pues no olvidemos que para muchas religiones el Dios supremo es engendrador y padre. Presencia omnipotente, omnipresente, que todo lo puede, no es acaso la mirada del pequeño hijo. Enloquecedor para unos, indispensable para otros. La paternidad una cuestión de rigurosa fe. Si, hablar de la paternidad, pero entenderla?, hasta que se es Padre?. Investidura de Rey, que acaso pueda ceder lugar cuando un hijo logra dicha posición. “Muera el Rey, viva el Rey” Su muerte como alguien del siglo pasado proponía, su muerte no hace más que imponer su ley en nuestras vidas. Como no entender nuestras vidas sin esa influencia, que nos marca, de por vida. Aun esa ausencia para los que sufren y viven la orfandad  es definitiva.
Ausencia o no del padre, se vive y se sufre con éste significante. Doloroso para un padre sobrevivir a la muerte de un hijo. Para un hijo la muerte del viejo, que significará?, como se arrastran dolores de este tipo?.

Pequeña reflexión dedicada para los que son padres y en especial para mi padre, y también por que no, para mi a quien aún aguarda la paternidad y que como suele decir el dicho popular, al que Dios no le da hijos, el diablo le da sobrinos....

Alfredo Terrazas Lara
Estado de México
A 15 de Junio del 2003. 

El movimiento psicoanalítco como un retorno al humanismo



El movimiento psicoanalítico como un retorno al humanismo

Antecedentes

Hablar de los orígenes del movimiento psicoanalítico lleva impreso de forma imborrable el sello de distintas influencias, que sería difícil pasar por alto. Y me refiero a las primeras influencias que recibió Freud durante y posteriores a sus estudios de medicina.

En 1885, mediante una beca de estudios, Freud viaja a París donde conoce a Jean-Martín Charcot con quien asiste a sus presentaciones en la Salpetriere, donde aprendió de quien diagnosticó con claridad la histeria como una verdadera dolencia y de quien utilizaba ampliamente la sugestión hipnótica para su curación.

Freud puede ver que la clínica de Charcot se postula en términos de observación más que en términos de saber. A Charcot no le interesaba hilvanar teorías, para él es la mirada la que organiza la realidad. El método de Charcot es descriptivo, contra este inmovilismo contemplativo, Freud toma el partido de los exploradores, no se conforma con aprender a ver, piensa, hace falta ir a ver.

Para el año de 1886 Freud se instala como médico en Viena, su arsenal terapéutico se reduce a la electroterapia y la hipnosis. No tarda en abandonar la primera, al darse cuenta de que el éxito del tratamiento eléctrico reside en la pura sugestión. Entonces llega a oídos de Freud la noticia de que en Nancy existe una escuela que utiliza la sugestión, con o sin hipnosis, con fines terapéuticos.
En 1889 decide perfeccionar su formación en la técnica hipnótica y viaja a Nancy: Allí estudia el trabajo de Liébault con mujeres y niños del pueblo y las experiencias de Bernheim con pacientes histéricos de su hospital. Junto a éste, descubre la importancia que tiene, en presencia de fenómenos histéricos, tomar en cuenta la relación médico paciente.






En 1882, tres años antes del encuentro de Freud con Charcot, Breuer consulta a Freud con respecto a una paciente, Bertha Pappenheim (el caso de Anna O, de Estudios sobre la histeria). La descripción del caso lo impresiona. Anna O., joven lúcida e inteligente, cuida con devoción a su padre gravemente enfermo. Un día deja de alimentarse, al punto que le prohíben continuar atendiendo a su padre. Aparecen fuertes ataques de tos (que remedan la enfermedad del padre), seguidos de otros síntomas: estrabismo, parálisis del cuello, cefaleas, mutismo histérico y olvido de la lengua materna. Surgen por último alucinaciones en las que aparecen serpientes. El comportamiento de la joven se hace violento, se desgarra la ropa, etc.
El 5 de Abril de 1881, el padre muere. La joven sufre trastornos visuales y se agrava su anorexia. Breuer pasa muchas horas del día con la paciente y le da de comer personalmente, al punto que Anna O. Sólo acepta los alimentos que él le ofrece. Breuer utiliza entonces la hipnosis, con la idea de hacer que su paciente hable, que relate sus fantasmas y, en consecuencia, el comienzo de sus síntomas. Estos desaparecen bruscamente. Es el descubrimiento del método catártico. Según este método la sola verbalización del conflicto y de las situaciones conectadas con la aparición del síntoma resultaba eficaz para que, aunque temporalmente, los síntomas desaparecían. Los eventos que se desencadenaron después de varios meses de trabajo hipnótico, en que el hablar mejoraba la sintomatología de la paciente, fueron descritos por ella como “la cura de la limpieza de chimenea” o “la cura por la palabra”.

La esposa de Breuer comienza a sentir celos de esta paciente, que por las características de su sintomatología, ocupa un lugar de privilegio en la atención de su marido.

Este elemento transferencial (advertido por la señora de Breuer, aunque ocultado por su marido) intimida tanto a  Breuer, que éste decide salir de viaje inmediatamente con su mujer. Anna vuelve a llamarlo a mitad de la noche porque sufre cólicos abdominales.
  
Breuer presencia una especie de alumbramiento histérico, durante el cual la paciente deja escapar las siguientes palabras: “Está llegando el hijo que tengo del Dr. Breuer”. Éste aterrado, parte enseguida a Venecia, donde engendrará una pequeña Breuer.  Después de la interrupción del tratamiento, Breuer declara curada a Anna O. Aunque la paciente no haya estado realmente “curada”. La huida de Breuer llama la atención de Freud. Breuer no repuesto de sus emociones en que se contempla la publicación de Estudios sobre la histeria, desea que el problema del amor de transferencia sea revelado al mundo. Evidentemente, descubrir el deseo sexual de Anna O. Por él atemoriza a Breuer, porque a la vez saca a la luz su propio deseo por la paciente (idea que él rechaza). En el caso de Anna O. Estaba ya latente, en espera de su ulterior desarrollo conceptual y técnico, el instrumento constituido por la transferencia y la contra transferencia.

Un segundo descubrimiento del psicoanálisis deriva del caso del la Srita. Elizabeth Von. R., descrito por Freud. Esta joven mujer de 24 años caminaba con la parte superior de su cuerpo inclinado hacia delante y no hacía uso de ningún soporte. Sufría dolores mal definidos en la cara anterior de los muslos, donde su piel era hiperalgésica. Al igual que Anna O., Elizabeth era inteligente, había perdido al padre y su caso se diagnostico como histeria. La aplicación del método catártico mediante la inducción hipnótica parecía el modo más eficaz de ayudar a la paciente en la producción de relatos, palabras e información. Una primera circunstancia afortunada resultaba de que ni Freud era buen hipnotista, ni Elizabeth era fácil de hipnotizar. Por tanto Freud utilizó el recurso de hacer presión con sus manos sobre la frente de la paciente, mientras ella estaba tendida en el diván, insistiendo reiteradamente en que evocara las situaciones y circunstancias relacionadas con los síntomas que la aquejaban, así como las situaciones traumáticas con ellos relacionados. El resultado fue un fluir de las ideas, palabras, pensamientos, en una palabra, el discurso, que no sólo cumplía la función terapéutica de la catarsis, sino también descubría al Freud investigador, los estratos debajo de la conciencia, aquellos que estaban más directamente relacionados con la producción de síntomas. Se descubrió que el dolor que Elizabeth sufría en los muslos, se localizaba precisamente en el lugar donde su padre apoyaba sus pies cuando estaba enfermo y ella lo cuidab
 Asimismo se fue haciendo evidente que la paciente se reprochaba gravemente el haber albergado el secreto deseo de muerte de su padre con el objeto de adquirir su libertad. Se descubrió también la envidia y la rivalidad hacia su propia hermana que había podido contraer matrimonio con el hombre hacia quien Elizabeth sentía una tierna atracción.
La tolerancia de la paciente a la aparición en su conciencia de lo que habían sido deseos, sentimientos y pensamientos, relegados hasta entonces fuera de ese campo, propiciaron la desaparición de los síntomas. Simultáneamente, Freud se percataba de la nueva perspectiva ante la que se hallaba y sin duda de la inmensa importancia del inconsciente, ese nuevo espacio mental que se encontraba frente a él, y de las leyes aún ocultas que lo regían.
Elizabeth Von. R. Es también en otra afortunada circunstancia, quien ofreció a Freud la oportunidad de descubrir la llamada asociación libre y su enorme valor técnico al favorecer el acceso al inconsciente. Sucedió así: algunas ideas clave, que iluminaban la comprensión dinámica de los síntomas, eran obtenidas tras larga insistencia de Freud y presión de sus manos sobre la frente de la paciente. La insistencia verbal de Freud, se enfrentó a una reflexión por parte de ella, justo cuando él había logrado la pieza de su rompecabezas: “ Me hubiera dicho que esto era lo que quería saber. Yo ya lo había pensado varias veces, pero Usted me interrumpía con su presión y sus palabras”.
Freud decidió entonces dejar a un lado toda presión y recomendó a su paciente decir, simplemente todo aquello que apareciera en su mente, sin importar orden ni sentido. Este es el origen de la aplicación de la asociación libre en psicoanálisis.
El método catártico y el de la asociación libre fueron los procedimientos terapéuticos más tempranos en la historia del psicoanálisis.  
 
Ahora si Ustedes me lo permiten quiero regresar al titulo de esta conferencia: El movimiento psicoanalítico como un retorno al humanismo. Freud tenía una formación médico neurológica, donde se privilegiaba lo fisiológico para explicar los fenómenos orgánicos, pero supo atraerse a la psiquiatría dinámica en la que el hipnotismo sugería la entrada a áreas desconocidas de la mente.
La intuición integrativa de Freud, logró la fusión de las corrientes ideológicas derivadas del humanismo clásico, Helénico. Por lo que los postulados freudianos se sustentan en una visión integrada del hombre, en la que el hombre es mente y cuerpo, familia y sociedad, interacción objetal y relación con su cuerpo; poseedor de un mundo objetal interno y está inmerso en un medio social y cultural; nace y crece en un espacio donde la fantasía y la realidad, la mente y el cuerpo interactúan y se influencian permanentemente.
 

domingo, 30 de junio de 2013

El temor no es real



Posterior a una averia y el accidente de su nave se estrellan contra la el planeta tierra que se encuentra en cuarentena y sin vida humana.
General Cypher Raige a su hijo Kitai: Si vamos a sobrevivir tienes que recordar que el temor no es real..
Es el resultado de tus pensamientos.
No me malinterpretes, el peligro es muy real.
Pero el temor es una elección.

De la disimulación honesta

Se simula lo que no es, se disimula lo que es. Disimular a partir de un gesto, del arte de las señas, sin ruido, en silencio, callando a tiempo. El artificio de la disimulación, que anuda el tolerar, callar y esperar, consiste en no hacer ver las cosas como son. No es un engaño sino un descanso honesto, un moderado olvido, una pausa que se da a una idea o a la verdad antes de que se haga evidente, para mostrarla a su tiempo, cuando le llegue su momento. Sin embargo puede naufragar a consecuencia de la soberbia, la ira y la voluntad de poder, que se apoya en el engaño. El secretario Accetto, quien escribió en el lugar de y para otro, puso a funcionar este artificio para pautar ese pasaje. No se refiere a una cuestión de comunicación sino de goce. Lo que se trama entre un sujeto ya fuese príncipe, loco, místico o incluso analizante y quien es convocado a ese lugar de secretario le concierne al psicoanalista. Prólogo por María Cecilia Jáuregui Lorda para el texto: De la disimulación honesta de Torquatto Accetto colección libros artefacto.

Sólo los muertos....

Solo los muertos han visto el final de la guerra. Platón (427 a. C. – 347 a. C.)

Amor es nostalgia



Una imagen de Remedios Varo que inevitablemente hace referencia al desamor y como cita Freud en lo Ominoso «Amor es nostalgia», se dice en broma, y cuando el soñante, todavía en sueños, piensa acerca de un lugar o de un paisaje: «Me es familiar, ya una vez estuve ahí», hace referenca a lo familiar lo antigûo y que llega a ser terrorífico.....

Una pareja se separa, cada uno siguiendo el recorrido de su camino personal. Mas, los dos caminos son extrañamente similares; casi espejo uno del otro. Evidentemente, la pareja se ha despedido. El gato nos mira curiosamente. ¿Triste, asustado, inquisitivo? Una luz extraña recibe los dos individuos.

Las sombras (¿las almas?) se quedaron atrás, bailoteando, flotando lánguidamente, atraídas una por la otra. Las sombras se acercan, los rostros casi tocándose, sus labios al alcance… Pero no se besan. Como si algo los estuviera deteniendo. ¿Su propia terquedad? ¿El destino? El gato gris nos mira como si fuera un símbolo, como si quisiera indicarnos lo que se esconde a la vuelta de la esquina (¿mala suerte o buena fortuna?) Pero el gato no habla. Solo nos mira.

Y la pareja sigue su rumbo, sin saber lo que hay adelante, solo lo que dejaron atrás.

Somos historias






Morimos con un rico bagaje de amantes y tribus, sabores que hemos gustado, cuerpos en los que nos hemos zambullido y que hemos recorrido a nado, como si fueran ríos de sabiduría, personajes a los que hemos trepado como si fuesen árboles, miedos en los que nos hemos ocultado, como en cuevas. Deseo que todo eso esté inscrito en mi cuerpo, cuando muera. Creo en semejante cartografía: las inscripciones de la naturaleza y no las simples etiquetas que nos ponemos en un mapa, como los nombres de los hombres y las mujeres ricos en ciertos edificios. Somos historias comunales, libros comunales. No pertenecemos a nadie ni somos monógamos en nuestros gusto y experiencia. Lo único que yo deseaba era caminar por una tierra sin mapas. El paciente inglés pág 112, Michael Ondaatje

sábado, 29 de junio de 2013

“Le psychannalyste ne sáutorise que de lui méme”






 
“Le psychannalyste ne sáutorise que de lui méme” [1]
Por: Alfredo Terrazas Lara
«Para constituirse como analista hay que estar tremendamente chiflado; chiflado por Freud, principalmente. Es decir, creer en esta cosa absolutamente loca que se llama el inconsciente y que he tratado de traducir como sujeto supuesto saber» [2]
Jacques Lacan

Freud tiene la visión de tomar por su lado más frágil, el quiebre del cogito ergo sum, en el que se funda toda la cultura occidental.
Es del título de este ensayo de lo que me interesa hablarles, no sin antes llevarlos conmigo a un rodeo discursivo.
Una pregunta se me ocurre:
¿Cuál es el sujeto del psicoanálisis?
Es el empeño mas grande de Freud, dar cuenta a través de su obra, de aquel que yerra, que tiene lapsus, sueños, olvidos; del loco, y hacernos ver que el síntoma es lo mas preciado para este sujeto, y hacer su lectura, (quizás esto pueda ayudarnos a descifrar tan sólo lateralmente esa enigmática frase de Lacan pronunciada en su clase del 17 de febrero del 71: “La mujer no existe”) en una palabra: Inconsciente.
Lacan tiene la habilidad para traducirlo en su clase del 16 de Noviembre del 76, casi al inicio, como el l’une-bévue, y que en comúnmente conocemos como la metida de pata.
Este sujeto del psicoanálisis, es el sujeto del inconsciente, y entendámoslo no hay otro sujeto, más que el sujeto del inconsciente. Este sujeto es diametralmente opuesto al sujeto cartesiano, que se despliega sobre la base fundamental de la razón.
¿Pero cómo acceder a este sujeto?
Los invito pues hacerse hijos del inconsciente.
Este sujeto del inconsciente tiene una forma de acceso, a través de la transferencia, del discurso, de la interpretación, del análisis.
Con esto espero, apuntemos ya a cierto lugar en relación a la transmisión del psicoanálisis.
En 1919 Freud publica el artículo ¿Debe enseñarse el psicoanálisis en la universidad? Dejando de lado la posible cuestión política que este artículo pudiese tener, es un artículo insólito, pues no solamente es publicado en una revista médica, sino por su temática en si.
Freud nos dice:
Es indudable que la incorporación del psicoanálisis a la enseñanza universitaria significaría una satisfacción moral para todo psicoanalista, pero no es menos evidente que este puede, por su parte, prescindir de la universidad sin menoscabo alguno para su formación.
Esto quizá no sea agradable para algunos, pero Freud es tajante, no es indispensable la enseñanza universitaria para la formación del analista. Esto parece no tener precedentes, pues uno de los sueños de Freud era que el psicoanálisis mismo fuese reconocido dentro de la universidad como un conocimiento científico.
Esto nos llevará a preguntarnos entonces ¿Cuál podría ser la relación de la Universidad con el psicoanálisis, para la posible formación de analistas?
En un artículo que se encuentra incorporado en sus escritos 1, que se titula: Función y campo de la palabra en psicoanálisis.... Lacan nos dice:

Pero a la vez puede también captarse en él que la dialéctica no es individual y que la cuestión de la terminación del anillo es la del momento en que la satisfacción del sujeto encuentra cómo realizarse en la satisfacción de cada uno, es decir, de todos aquellos con los que se asocia en la realización de una obra humana. Entre todas las que se proponen en el siglo, la obra del psicoanalista es tal vez la más alta porque opera en él como mediadora entre el hombre de la preocupación y el sujeto del saber absoluto. Por eso también exige una larga ascesis subjetiva, y que nunca sea interrumpida, pues el final del análisis didáctico mismo no es separable de la entrada del sujeto en su práctica.
Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época. Pues ¿cómo podría hacer de su ser el eje de tantas vidas aquel que no supiese nada de la dialéctica que lo lanza con esas vidas en un movimiento simbólico? Que conozca bien la espira a la que su época lo arrastra en la obra continuada de Babel, y que sepa su función de intérprete en la discordia de los lenguajes. Para las tinieblas del mundus alrededor de las cuales se enrolla la torre inmensa, que deje a la visión mística el cuidado de ver elevarse sobre un bosque eterno la serpiente podrida de la vida. [3]

Lacan nos orienta un poco, pues aquel que pretenda ser psicoanalista no podrá menos que estar al tanto del conocimiento que le ayude a entender el mundo en que vive, y no sólo desde la teoría psicoanalítica, tendrá que estar al tanto de la dialéctica del pensamiento del hombre.
Tenemos pues que para la formación del analista no sólo tendrá que haber transitado por el análisis mismo, sino que tendrá que dar cuenta al final del mismo del deseo de ser analista para otro analizante, y que no es necesaria una correspondencia temporal en cuanto a la formación teórica que este desee buscarse.
Habrá que reconocer pues que en el caso de la Facultad de Psicología de la UAQ, cumple con un papel en la formación no terminal tanto de psicólogo clínico, como de posibles psicoanalistas, en los primeros al ofrecer un espacio de enseñanza clínica y teórica orientadas en algunos casos en la técnica del psicoanálisis, pero principalmente como formadores de profesionales orientados al tratamiento de pacientes, y en el segundo caso al ofrecer también una enseñanza de teorías psicoanalíticas y si después de esto el sujeto atraviesa el análisis y concluye descubriendo en su ser el deseo de ser analista para otro, bien vale decir que la Universidad habrá contribuido a la formación de un analista. Pero la cuestión del análisis tendrá que ser por una demanda y por una cuestión de síntoma que vendrá del Otro con mayúscula y no por la demanda y por el síntoma de otro con minúscula.
El problema de la formación de analista, podrá tomarse desde este antropocentrismo, desde el que busca saber desde el psicoanálisis, ya que éste podrá o no aprovechar lo que la Universidad le ofrece, pero no será hasta tiempo después (¿cuanto? No lo sé) que él mismo podrá definir su posición como psicólogo clínico o como psicoanalista.

[1][1] “El único que autoriza al psicoanalista es él mismo” o “El psicoanalista sólo se autoriza a partir de él mismo” Traducción que aparece en Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela, Versión cd.
[1][2] Lacan en 1978, en oportunidad de las jornadas de estudio sobre el pase.(Lettres de l’ÉFP, nº 23).
[1][3] Escritos 1, Capitulo 4, Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis, Las resonancias de la interpretación y el tiempo del sujeto en la técnica psicoanalítica. Jacques Lacan. Versión Cd. Nota: las itálicas son mías
Publicado también en: http://www.uaq.mx/psicologia/lamision/alfredoterrazas.html

PALABRA VACÍA PALABRA PLENA



UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO






PALABRA VACÍA  PALABRA PLENA










ALUMNO: ALFREDO TERRAZAS LARA




QUERÉTARO QRO. A 24 DE MAYO DEL 2001






INTRODUCCIÓN

La experiencia freudiana no es para nada pre-conceptual. No es una experiencia pura. Es una experiencia verdaderamente estructurada por algo artificial que en la relación analítica, tal como lo constituye la confesión que el sujeto hace al medico, y por lo que el medico hace con ella, menciona Jacques Lacan en su Seminario La psicosis, Clase 1 Introducción a la cuestión de las psicosis del 16 de Noviembre de 1955.

La intención de este trabajo es hacer una extensión de lo que se ha venido comentando, no-solo una vez  en clase. La Palabra vacía y la palabra plena. Pero que es lo que hay con relación a aquello?. Todo lo que se pueda extraer será para un trabajo más extenso, lo único que se pretende con este ensayo es intentar hacer mención sobre lo que es la palabra plena y la palabra vacía y algunas de sus implicaciones en la clínica.

Pero que es lo que el analista hace con lo que el sujeto le confiesa, no se reduce a la pura escucha, ni comprenderlo, lo cual es puro espejismo, ser empatado con aquel; sentido común, simple y sencillamente.


 
DESARROLLO

Si Freud habla de la asociación libre y la atención flotante, como la principal herramienta para el análisis en la clínica, aunada a la interpretación de lo que el sujeto dice. Lacan encontrara mucho más amplio la función de escuchar al otro. Antes de hablar de la escucha, esta primero lo que dice el otro.

No es acaso la Palabra plena en tanto que realiza la verdad del sujeto, no es  acaso el inconsciente del cual nos habla Lacan, articulado como un lenguaje, aun cuando no este reconocido. Inconsciente como aquello que es vencido por la acción de la represión y que retorna, siempre esta ahí, y se expresa de forma muy bien articulada en los síntomas y en muchos otros fenómenos. Como forma de producción continua anacrónica, la cual sorprende en un instante, y en otro ya no lo es más. Precisa de un pescador en extremo hábil, que permita su producción, y no solo permita; que actúe en el momento único de producción, señalando, permitiendo una decantación de significados propios al sujeto, que permitan un tiempo, tiempo de elaboración. Palabra plena, cuestión en estrecha relación con lo que el sujeto tiene que realizar en el hic et nunc.





Esquema obtenido del: Seminario Las relaciones de objeto, Clase 1, 21 de Noviembre de 1956, J. Lacan.

Palabra que se per-sigue; del sujeto al Otro, “palabra virtual por la que el sujeto recibe del Otro su propio mensaje, bajo la forma de una palabra inconsciente”(1) , palabra que le esta prohibida, hay que descubrirla, trabajo del análisis, puntuación única. Detenida por la interposición de  la relación imaginaria entre él yo y el otro.
Lacan no solo una vez menciona y no deja la oportunidad cuando se le presenta para recordarnos la importancia de la palabra, en el análisis: “Ya se dé por agente de curación, de formación o de sondeo, el psicoanálisis no tiene sino un medium: la palabra del paciente. La evidencia del hecho no excusa que se le desatienda, toda palabra llama a una respuesta.”(2).

Savoir faire, saber hacer, trabajo del análisis, hacer con aquella palabra, tanto quien la escucha, como quien la dice, uno la trabaja, puntuándola; otro hace.

Trabaja con la palabra; certezas, con las que se ha realizado de alguna forma el sujeto, romper certezas.


Por vació que aparezca en su valor facial: el que justifica la frase de Mallarme cuando compara el uso común del lenguaje con el intercambio de una moneda cuyo anverso y cuyo reverso no muestran ya sino figuras borrosas y que se pasa de mano en mano “en silencio”. Esta metáfora basta para recordarnos que la palabra, incluso en el extremo de su desgaste, conserva su valor de tesera. (de intercambio). Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis, Cap. 1, Palabra vacía y palabra plena en la realización del sujeto. Pag. 241.

Pareciera ser que no existe diferencia entre una y otra, la palabra conserva de modo alguno su valor, en el sentido de seguir siendo una producción, no espera, pero susceptible de capturar en su tiempo.

Aun si la palabra no expresa nada, sigue comunicando algo, comunica verdad, oculta para el sujeto, pero siempre será su verdad, discurso que no entiende, ni atiende, posibilitado para su captura.


(1): Seminario: Las relaciones de objeto, Clase del 21 de Noviembre de 1956, Jacques Lacan.
(2): Escritos 1, Cap. Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis.

Por eso el psicoanalista sabe mejor que nadie que la cuestión en él es entender que “parte”  de ese discurso esta confinado el termino significativo, y es así en efecto como opera en el mejor de los casos: tomando el relato de una historia cotidiana por un apólogo que a buen entendedor dirige su saludo, una larga prosopopeya por una interjección directa, o al contrario un simple lapsus por una declaración harto compleja, y aun el suspiro de un silencio por todo el desarrollo lírico al que suple.
Es estar advertido que en el discurso una parte es considerada como significativa; el discurso del sujeto, aparentemente esta dirigido hacia alguien, en el sentido de no ser palabra plena, de la cual nos habla sin decir palabra, pero su contrario, llega cargada de verdad plena para el sujeto, aun si no la comprende, ni escucha.

“Así, es una puntuación afortunada la que da su sentido al discurso del sujeto. Por eso la suspensión de la sesión de la que la técnica actual hace un alto puramente cronométrico, y como tal indiferente a la trama del discurso, desempeña en el un papel de escansión que tiene todo el valor de una intervención para precipitar los momentos concluyentes. Y eso indica liberar a ese termino de su marco rutinario para someterlo a todas las finalidades útiles de la técnica.” Escritos 1, Cap. Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis, J. Lacan.

Palabra vacía, como la situación en la que el sujeto se extravía en las maquinaciones de la cultura, de la cual el mismo es participe, como el discurso más coherente, habla sin decir, lleva pero nada. Pero como no confundirla con escucha vacía, permitirse señores el no entiendo nada de nada. Docta ignorancia, sobre todo, pues el sentido viene enseguida.

Una paciente, madre que no acepta como es su hijo, mas bien no acepta el por que es su hijo así; me platica una historia en la que su hijo fue embrujado, y condenado a ser un don nadie; señora, no entiendo lo que usted me acaba de decir: no puedo aceptar que mi hijo sea como es, un ladrón. Justificación para su hijo, él es así por que lo embrujaron y no puedo aceptar que es así, por que no pude poner un alto a tiempo.


CONCLUSIONES

Como mencione en la introducción, no es este ensayo mas que una continuación de las clases vistas, es posible que no mencione nada nuevo, pero el material, de por si lleva su peso.

Quédame claro que antes de poder escuchar, es preciso haber sido escuchado primero, la condición del análisis, pero también cierto es que para que exista análisis, es necesario que se pueda formular una interrogante.

Permítanse decir no entiendo, docta ignorancia, condición de sorpresa, para la escucha dentro del análisis.

Savoir faire, mucho que aprender de la clínica, saber hacer; análisis no es nada mas que escuchar, permitir que el otro en su discurso se permita el vacio de lo no explicado, de lo no entendido.

Palabra vacía o escucha vacía, Lacan solo menciona la palabra vacía, pero tal vez como principiantes de la clínica, seria más común la escucha vacía, en el sentido de no escuchar al otro, o atender de forma psicológica, sin el saber hacer; se presenta como un reto particular, pues sin el análisis propio como pretender escuchar al otro, sino has sido escuchado, si no se ha transitado por el análisis.

BIBLIOGRAFÍA

Lacan, J. Escritos 1, Cap. Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis.

Lacan, J. Esquema obtenido de: Seminario: Las relaciones de objeto, Clase del 21 de Noviembre de 1956.

Lacan, J. Seminario: Los escritos técnicos de Freud, Clase del 17 de marzo de 1954.

Lacan, J. Seminario 3 La psicosis, Clase del 16 de Noviembre de 1955.