domingo, 30 de junio de 2013

De la disimulación honesta

Se simula lo que no es, se disimula lo que es. Disimular a partir de un gesto, del arte de las señas, sin ruido, en silencio, callando a tiempo. El artificio de la disimulación, que anuda el tolerar, callar y esperar, consiste en no hacer ver las cosas como son. No es un engaño sino un descanso honesto, un moderado olvido, una pausa que se da a una idea o a la verdad antes de que se haga evidente, para mostrarla a su tiempo, cuando le llegue su momento. Sin embargo puede naufragar a consecuencia de la soberbia, la ira y la voluntad de poder, que se apoya en el engaño. El secretario Accetto, quien escribió en el lugar de y para otro, puso a funcionar este artificio para pautar ese pasaje. No se refiere a una cuestión de comunicación sino de goce. Lo que se trama entre un sujeto ya fuese príncipe, loco, místico o incluso analizante y quien es convocado a ese lugar de secretario le concierne al psicoanalista. Prólogo por María Cecilia Jáuregui Lorda para el texto: De la disimulación honesta de Torquatto Accetto colección libros artefacto.

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